En el Día Mundial contra el Cáncer no podemos pasar por alto que pese a los avances médicos este mal no cesa de crecer, se estima que el número de cánceres diagnosticados este año suponga un incremento del 2,6% con respecto al del año pasado.
Causas del aumento de casos de cáncer
Este incremento de casos detectados, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) puede deberse:
- Al aumento de la población.
- Al envejecimiento de las personas, ya que uno de los mayores factores de riesgo es el de la edad.
- La detección precoz de muchos tipos de cáncer.
- La exposición a diferentes factores de riesgo y hábitos de consumo, alcohol, tabaquismo, obesidad, sedentarismo, dietas inadecuadas, la contaminación…
El Objetivo para el 2030, llegar al 70% de supervivencia en cáncer
La propia Reina Doña Letizia pide recursos en prevención, cuidados paliativos y más investigación.
Pero la realidad se muestra tozuda, los casos entre los menores de 50 años registró un aumento del 79,1 % entre los años 1990 y 2019.
Y donde lamentablemente los más pequeños no escapan de esta lacra, más de 1500 casos de cáncer infantil son detectados en nuestro país, el dato positivo es que la tasa de supervivencia alcanza al 82% de los casos.
La prevención uno de las herramientas más poderosas
Dejando a un lado factores genéticos, disminuir el consumo de carnes rojas, sal, alimentos ricos en azúcar, tabaco y alcohol ayudaría a prevenir el sobrepeso y la hiperglucemia.
Mejorar nuestras dietas con alimentos ecológicos, frutas y verduras junto a una adecuada actividad física nos ayudaría a reducir la posibilidad de padecer esta enfermedad.
¿Qué otros factores pueden estar causando esto?
Cada vez son más los estudios que reflejan una cruda realidad, nuestros hábitos de consumo como sociedad también afectan al desarrollo de esta enfermedad.
Cómo producimos, consumimos y nos deshacemos de los residuos que generamos puede estar detrás de muchos de los casos de esta cruel enfermedad.
¿Cómo afecta el modelo de consumo?
Uno de los herbicidas más usado en el mundo, el glifosato, incluso en Europa donde se ha prorrogado su uso por otros 10 años más, está incluido en la lista 2A de la IARC, como probable causante de cáncer.
La contaminación de las aguas por nitratos, procedentes de los fertilizantes usados en agricultura y los purines de la ganadería, podrían ser un factor de riesgo de cáncer de próstata.
Tres años respirando una alta contaminación bastan para que nuestras posibilidades de padecer un cáncer de pulmón se disparen incluso en personas no fumadoras.
Disruptores endocrinos ¿Qué son?
Son una serie de sustancias químicas que son capaces de incidir en nuestro sistema hormonal y producir alteraciones en su funcionamiento normal, son sustancias químicas que se acumulan en nuestro sistema endocrino y que pueden ser transmitidos fácilmente por la madre a sus descendientes.
¿Cómo nos afectan?
Estudios epidemiológicos evidencian una disminución de la producción de espermatozoides, aumento de endometriosis en la mujer, alteraciones en el aparato reproductor, pubertad precoz, sobre todo en mujeres.
Afectan y alteran el sistema nervioso central, causando un mayor caso de trastornos de comportamiento, déficit de atención y de hiperactividad.
Está detrás de muchos trastornos metabólicos como diabetes, obesidad, hipertensión, alteraciones de las glándulas tiroideas y pueden ocasionar un mayor caso de tumores como el del cáncer de mama, ovarios, próstata y el testicular.
Consumo diario de substancias químicas
Además de la introducción de estas sustancias a través de la cadena alimentaria donde acaban muchas de estas sustancias debido a la incorrecta gestión de la mayoría de nuestros residuos, de la dispersión medioambiental de estas sustancias a través de vertidos y de emisiones podemos encontrar muchas de estas sustancias en nuestra vida cotidiana, metidos en nuestros cajones y armarios.
Según el Dr. Jordi Vila,
“ftalatos, furanos, pesticidas como el DDT o el lindano, policloruros de bifenilo, dioxinas, estireno, PBC, PBDE, PBB, bisfenol A, disolventes como el tetracloroetileno, entre otros los podemos encontrar en nuestra vida cotidiana en los plásticos, ambientadores, productos cosméticos y de limpieza, compuestos antiadherentes, aparatos electrónicos, materiales para la construcción y la decoración, juguetes, electrodomésticos, ropa, envases de muchos alimentos e incluso en algunos alimentos que contengan fitoestrógenos o micoestrógenos.”
Corremos un gran riesgo no tomando medidas y eliminando estas sustancias de nuestros productos de consumo diario.
Tenemos que buscar alternativas menos lesivas y cambiar muchos de nuestros hábitos.
La eliminación de estos tóxicos a través del sudor, bien sea realizando ejercicio o tomando saunas además de consumir alimentos ecológicos y que ayuden a una detoxificación natural como puedan ser las verduras en general, prestando especial atención al consumo de coles, coliflores, brócolis, cebolla y ajo ayudará a nuestro organismo a desprenderse de tan indeseados compuestos.
Foto portada: Imagen de klbz en Pixabay
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