Cada vez son más los estudios que alertan sobre la detección de microplásticos (MPs) en el agua que bebemos a diario y ante este panorama se nos plantea el dilema de ¿agua del grifo o embotellada? Un reciente estudio confirma que el agua embotellada contiene más microplásticos que la del grifo.
En esta ocasión Stop Plástico entrevista a Virginia Gálvez Blanca, autora principal de estos estudios.
Aguas de consumo
Equipos investigadores de la Universidad de Alcalá y de la Universidad Autónoma de Madrid en colaboración con distintas instituciones de investigación españolas realizaron un par de estudios para verificar la presencia de microplásticos y otras partículas antropogénicas de interés (por ejemplo otros textiles no plásticos como algodón y sus derivados) en las aguas de consumo, tanto las provenientes de la red de abastecimiento urbano como la de las aguas embotelladas.
Microplástico en el agua del grifo
En este primer estudio, publicado en la revista Water Research, el equipo de investigación se enfocó en el agua de red de ocho ciudades españolas durante la primavera de 2022. Seis de ellas están en la península (Murcia, Cartagena, Barcelona, Madrid, Vigo y A Coruña) y dos en las Islas Canarias (Las Palmas de Gran Canaria y San Cristóbal de La Laguna).
El estudio arrojó que la concentración media de plásticos fue de 12,5 ± 4,9 MPs/m³, mientras que la de materiales artificiales no plásticos fue de 32,2 ± 12,5 partículas/m³.
Microplástico en el agua embotellada
La investigación publicada en la revista Scientific Reports y realizada en colaboración con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), analizó las aguas de las cinco principales marcas de agua embotellada en España, que representan el 40% del mercado.
Los datos muestran una mayor presencia de microplásticos en el agua embotellada en comparación con el agua de grifo.
El equipo analizó 45 litros de agua de cada marca, todas embotelladas en botellas de plástico PET (tereftalato de polietileno) de 1,5 litros. Para simular el uso cotidiano, se realizaron pruebas habituales, como apertura y cierre de las botellas, así como movimientos del agua en su interior.
La concentración de microplásticos en este estudio fue de 890 ± 192 MPs/m³ junto con una concentración de partículas no plásticas de 1730 ± 320 partículas/m³. Estos datos muestran una mayor presencia de microplásticos en el agua embotellada en comparación con el agua de grifo.
Conclusiones de los estudios
Se identificaron diferentes tipos de microplásticos en cada tipo de agua.
En el agua red se detectó una mayor diversidad de polímeros.
En ambas muestras se detectaron partículas de PET, aunque en cantidades significativamente menores en el agua del grifo en comparación con la embotellada, lo que coincide con la composición típica de las botellas de plástico.
Sin embargo, en el agua red se detectó una mayor diversidad de polímeros. Poliésteres, poliamidas, polímeros acrílicos y poliolefinas, con una procedencia variada que van desde textiles sintéticos a envases de alimentos, pinturas o electrodomésticos.
Efectos sobre la salud humana
Actualmente, aunque cada vez se estudian más las posibles afecciones para la salud relacionadas con la ingesta de microplásticos, parece que el riesgo a través del consumo de agua potable sigue siendo bajo.
En el caso del agua del grifo, los estudios estiman que, con un consumo diario de 1,5 litros, se necesitarían 40 años para ingerir un solo miligramo de material plástico.
Los microplásticos pueden transportar compuestos químicos con toxicidad demostrada para la salud humana.
Aunque el agua embotellada contiene una mayor cantidad de microplásticos que el agua de red, la cantidad sigue siendo mínima. Sin embargo, la entrada de microplásticos en nuestro organismo no se limita solo a las bebidas, ya que existen múltiples vías de exposición.
Además, estos microplásticos pueden transportar compuestos químicos con toxicidad demostrada para la salud humana. Por ello, es urgente que los gobiernos y organismos reguladores desarrollen políticas efectivas para protegernos de los contaminantes presentes en alimentos y agua.
¿Agua del grifo o embotellada?
En Zaragoza el 90% del agua que se consume ya proviene de Yesa, un agua de calidad que deja como fuente de suministro residual a las aguas provenientes del Canal Imperial de Aragón ¿Qué sentido tiene seguir bebiendo agua embotellada?
En Zaragoza el 90% del agua que se consume ya proviene de Yesa ¿Qué sentido tiene seguir bebiendo agua embotellada?
Desde Stop Plástico apostamos por un consumo responsable y abogamos por el consumo de agua del grifo mucho más respetuosa con el medio ambiente ayudando a reducir la cantidad de residuos plásticos y las emisiones de CO2.
ENTREVISTA A VIRGINIA GÁLVEZ
Virginia Gálvez Blanca
Universidad de Alcalá Departamento de Química Analítica, Quím.Física e Ing.Quím. Graduada en biología y autora principal de estos dos trabajos. En la actualidad realiza la tesis doctoral sobre el impacto de los microplásticos y nanoplásticos en el medio ambiente en la Universidad de Alcalá según el programa de doctorado de Hidrología y Gestión de Recursos Hídricos. Participa activamente en EnviroPlaNet, formando parte de una red con más de diez grupos de investigación españoles y otras entidades, todos enfocados en abordar problemas relacionados con la contaminación por plástico.
- 1. En el primero de los estudios se analizaron el agua de 8 ciudades españolas ¿Qué criterio se eligió para su estudio?
- 2. Las fuentes originales de las cuales se nutren las potabilizadoras para la depuración de agua de grifo ¿se tuvieron en cuenta?
- 3. Llama la atención que Madrid que presume de calidad de agua de grifo sea precisamente la que mayor concentración por microplástico presente ¿Cuál podría ser la explicación?
- 4. En los últimos años el consumo de agua embotellada en España sigue en aumento (más de 8 mil millones de litros en 2023) ¿cuáles crees que puedan ser los motivos?
- 5. El agua envasada es hasta 100 veces más cara que la del grifo además de que genera ingentes cantidades de envases plásticos de un solo uso. En tu opinión ¿Qué medidas se podrían tomar para revertir esta situación?
1. En el primero de los estudios se analizaron el agua de 8 ciudades españolas ¿Qué criterio se eligió para su estudio?
En el primer estudio, se eligió como criterio el análisis del agua de ocho localidades que pertenecen a la red de investigación sobre residuos plásticos en el medio ambiente, EnviroPlaNet.
Esta red reúne a numerosos grupos de investigación españoles que trabajan en temas relacionados con la contaminación por plásticos, lo que permitió realizar un estudio sistemático y comparativo sobre la presencia de microplásticos en el agua de red de estas ciudades.
2. Las fuentes originales de las cuales se nutren las potabilizadoras para la depuración de agua de grifo ¿se tuvieron en cuenta?
Este estudio se centró en el análisis de microplásticos en el agua una vez que sale del grifo o de la botella. Para determinar realmente la fuente de contaminación, sería necesario llevar a cabo más investigaciones al respecto.
3. Llama la atención que Madrid que presume de calidad de agua de grifo sea precisamente la que mayor concentración por microplástico presente ¿Cuál podría ser la explicación?
La presencia de microplásticos en el agua no es un misterio; se han encontrado microplásticos en todos los compartimentos ambientales incluyendo el aire, la lluvia, el suelo…
Nuestro estudio se centra en determinar cuántos microplásticos hay en el agua, y los resultados indican que las concentraciones son bastante bajas.
Sin embargo, nuestro estudio se centra en determinar cuántos microplásticos hay en el agua, y los resultados indican que las concentraciones son bastante bajas.
Es cierto que hemos registrado una mayor concentración de microplásticos en Madrid en comparación con otras regiones, pero esto no implica un riesgo significativo.
Aunque las concentraciones son ligeramente superiores en la capital, siguen siendo muy bajas en términos absolutos. Tendríamos que consumir mil millones de litros para ingerir un gramo de plástico. La concentración es, en definitiva, muy pequeña.
4. En los últimos años el consumo de agua embotellada en España sigue en aumento (más de 8 mil millones de litros en 2023) ¿cuáles crees que puedan ser los motivos?
Muchos consumidores perciben el agua embotellada como una opción más segura y de mayor calidad que el agua del grifo, especialmente en áreas donde ha habido preocupaciones sobre su potabilidad.
La desconfianza en la calidad del agua del grifo, ya sea debido a problemas de contaminación o experiencias negativas pasadas, lleva a los consumidores a optar por el agua embotellada.
Además, las campañas de marketing de las marcas de agua embotellada suelen construir una imagen positiva asociada con la pureza, frescura y beneficios para la salud, lo que impulsa aún más la demanda.
La desconfianza en la calidad del agua del grifo lleva a los consumidores a optar por el agua embotellada.
Todos estos factores han contribuido al incremento del consumo de agua embotellada en España, a pesar de las implicaciones medioambientales y económicas que conlleva.
5. El agua envasada es hasta 100 veces más cara que la del grifo además de que genera ingentes cantidades de envases plásticos de un solo uso. En tu opinión ¿Qué medidas se podrían tomar para revertir esta situación?
Para revertir la situación del elevado coste del agua envasada y la gran cantidad de envases plásticos de un solo uso que genera, se podrían implementar varias medidas:
Promover el consumo de agua del grifo: aumentar la confianza en el agua de red mejorando los procesos de filtración en las plantas potabilizadoras, de modo que se garantice una calidad igual o superior al agua embotellada.
Reducir el uso de plásticos de un solo uso: fomentar políticas que restrinjan la producción y comercialización de envases plásticos de un solo uso, incentivando alternativas reutilizables y más sostenibles.
Impulsar campañas de concienciación: educar a la población sobre las ventajas económicas y medioambientales del agua del grifo, destacando su bajo coste y el menor impacto ambiental.
Incentivar el diseño de envases sostenibles: favorecer la investigación y el desarrollo de materiales para envases que sean más fáciles de reciclar, biodegradables o reutilizables, con el objetivo de reducir la generación de residuos plásticos.
Regular los microplásticos: incluir los microplásticos en las restricciones legales, al igual que se hace con otros contaminantes, para minimizar su presencia en el agua y su impacto en el medio ambiente.
Estas acciones combinadas podrían contribuir a una reducción significativa en el uso de agua embotellada y, en consecuencia, en la generación de residuos plásticos.
SABER MÁS
- Estudio de la presencia y distribución de tamaños de microplásticos en aguas domiciliarias de diferentes ciudades de la España continental y Canarias
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