Década de la acción
En la década 2020-2030 es fundamental la necesidad de actuar para hacer frente a la creciente pobreza, empoderar a las mujeres y las niñas y afrontar la emergencia climática.
En comparación con los diez años anteriores, son más las personas en todo el mundo que viven una vida mejor. Hay más personas que nunca con acceso a una sanidad mejor, a un trabajo decente y a una educación. No obstante, las desigualdades y el cambio climático están amenazando con echar por tierra estos progresos.
La mayoría de la gente cree que el #cambioclimatico es un fenómeno atmosférico con importantes consecuencias en lluvias, tormentas y temperaturas.
No alcanzan o no quieren ver que es fundamentalmente una cuestión de escasez, de hambre, salud, pobreza, explotación, esclavitud… – Antonio Aretxabala –
Necesitamos restaurar nuestra Tierra desde la transición ecológica justa, un paradigma de un cambio necesario para evitar el colapso climático.
Un planteamiento necesario, justo y loable, no exento de problemas, tensiones y conflictos sociales.
El 25 de septiembre de 2015, los líderes mundiales adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible.
Cada objetivo tiene metas específicas que deberían alcanzarse en los próximos 15 años.
Para alcanzar estas metas, todo el mundo tiene que poner su parte: los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil (las personas como nosotros).
En Stopplastico apostamos por vivir en un mundo en paz y justo y que como sociedad podamos garantizar la erradicación de la pobreza, el hambre, una sanidad al alcance de todas las personas y una educación de calidad.
Todo esto con un objetivo claro, un mundo donde hombres y mujeres puedan convivir en igualdad de condiciones y oportunidades viviendo en ciudades, pueblos y comunidades sostenibles.
Para garantizar este modelo de sociedad, en nuestra modesta opinión, todo debería basarse en un modelo económico que garantice el estado del bienestar y que sea capaz de respetar lo que queda de este maltrecho planeta y por qué no, capaz de revertir la tendencia actual en cuanto a comportamiento ambiental.
En definitiva una transición ecológica justa, con un desarrollo industrial y energético sostenible.
Con todas estas ideas nos hemos atrevido a variar la clásica visión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), dejándola como se muestra a continuación.
La biósfera comprende todos los ecosistemas acuáticos, marinos y terrestres, es decir, todas las zonas donde hay vida sobre la Tierra.
A la variedad de organismos vivos que habitan en la biósfera se la conoce como biodiversidad o diversidad biológica.
Así, la biodiversidad es el conjunto de todos los seres vivos y sus interacciones en los diferentes niveles de organización ecológica.
La biodiversidad es vida
De bio- (del griego “bios”; vida) y diversidad (del latín “diversitas”; variedad).
La biodiversidad abarca la enorme variedad de formas mediante las que se organiza la vida. Incluye todas y cada una de las especies que cohabitan con nosotros en el planeta, sean animales, plantas, virus o bacterias, los espacios o ecosistemas de los que forman parte y los genes que hacen a cada especie, y dentro de ellas a cada individuo, diferente del resto.
¿Por qué es importante conservar la biodiversidad?
La biodiversidad garantiza el buen funcionamiento y el equilibrio de los ecosistemas, ya que es el soporte de todos los procesos esenciales que hacen de nuestro planeta el lugar amable que nos acoge frente a la hostilidad del resto del universo conocido.
Esta compleja, dinámica y variada red de organismos, cada uno de ellos resultado de un proceso irrepetible de miles de años, hace extraordinaria y única a la Tierra y es un seguro frente a los cambios, de forma que el papel de una especie puede ser asimilado por otra para que el funcionamiento de los ecosistemas se mantenga adecuadamente.
La biodiversidad es clave para obtener los servicios que los ecosistemas nos proporcionan y que se dividen en servicios de abastecimiento (alimentos, recursos, medicinas), de regulación (del clima, de enfermedades, de los nutrientes y agua, formación del suelo) y servicios inmateriales o culturales (valor estético y paisajístico, bienestar, inspiración, creencias). Especialmente el papel en la regulación climática y en el ciclo del carbono que ejerce la biodiversidad a través de los ecosistemas es fundamental para la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático.
Al ser un elemento imprescindible para la seguridad alimentaria, la salud humana, el suministro de aire y agua potable, para la subsistencia de los pueblos, su desarrollo económico y su cultura, la conservación de la biodiversidad es esencial para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU, incluyendo la reducción de la pobreza.
Además, independientemente de la utilidad que tengan para el ser humano, todos los seres vivos objetivamente tienen un valor intrínseco asociado por el mero hecho de existir. Cada elemento de la biodiversidad es el resultado de un proceso evolutivo de miles de años de superación de pruebas frente al medio y al resto de organismos que lo hacen único e irrepetible.
Sin embargo, a pesar de su importancia, la pérdida de biodiversidad es una evidencia científica a nivel mundial y local, por lo que es urgente actuar para frenar su deterioro y fomentar su conservación. Aún nos falta mucho por saber sobre el papel que cumple la biodiversidad en la naturaleza y todos los efectos que puede producir su pérdida, así como los beneficios futuros que nos pueda ofrecer. Por ello es tan importante preservarla.
Servicios específicos proporcionados por la biodiversidad:
- Insectos para polinizar las plantas que usamos como alimento, fibra, combustible y otras materias primas y organismos para controlar las plagas y enfermedades que pueden reducir la disponibilidad de estos recursos
- Especies que ayudan a mantener humedales que proporcionan un sistema de drenaje natural que reduce el riesgo de inundaciones
- Mantener la capacidad regenerativa de los ecosistemas dañados o modificados a través de la actividad humana o natural.
- Recursos naturales que proporcionan materias primas para muchas industrias, como la agricultura, la pesca, la industria farmacéutica. Si estos recursos no se usan de manera sostenible, la disponibilidad disminuye y los costes aumentan.
- Diversidad genética como un insumo esencial para las variedades de cultivos, razas de ganado, medicamentos y otros productos esenciales.
- Ayudar a cumplir con el objetivo de no superar los 2ºC de aumento de la temperatura global del planeta.
- Garantizar la existencia de una comunidad microbiana equilibrada para descomponer los residuos.
- La calidad de la biota del suelo, materializado en la fauna microbiana eficiente para garantizar el ciclo de nutrientes y la fertilidad del suelo.
- El desafío es reorientar el sistema de producción y consumo, y convertir la conservación de la biodiversidad y su uso sostenible en una oportunidad para el desarrollo económico.
Cómo podemos proteger la biodiversidad
- Evitar acciones que fomenten la extinción de especies
Todavía a día de hoy existen ciertas acciones que perjudican directamente a aquellas especies que están más amenazadas, como pueden ser la caza furtiva, la tala de los bosques primarios (por ejemplo el Amazonas), el consumo de marfil, consumo de carnes exóticas, etc. - Favoreciendo acciones para proteger las especies en peligro
En este sentido, una de las mejores opciones es colaborar con las ONG que trabajan de manera activa para la preservación de la biodiversidad de los diversos ecosistemas de nuestro planeta. - Reduciendo el consumo y la contaminación
Uno de los problemas principales por el que la riqueza de la biodiversidad se está viendo amenazada es por culpa del consumismo y de la contaminación que este conlleva. Reduciendo nuestro consumo reducimos la contaminación y, en consecuencia, el impacto que las acciones humanas tienen en diversos ecosistemas. - Consumo a mercados locales y sostenibles
Del mismo modo que el consumismo es dañino, si nuestro consumo se redirecciona a consumir solo lo necesario y, especialmente, consumiendo aquello que pueda favorecer el respeto a la biodiversidad, estaremos haciendo una gran labor. Un buen ejemplo es optar por productos ecológicos y de comercio justo, que es la mejor manera de asegurarse de que el consumo que llevamos a cabo ha minimizado su impacto en el medio ambiente en el que se lleva a cabo la producción. - Hablando con la Administración Pública
Los organismos públicos son los que más capacidad tienen a la hora de proteger la biodiversidad porque son los que tienen capacidad para definir las áreas protegidas, que es la mejor herramienta para garantizar la seguridad de la diversidad biológica, tanto terrestre como acuática. - Concienciación y educación
Uno de los factores fundamentales consiste en crear conciencia de la importancia de la biodiversidad. Es fundamental que se eduque a la sociedad en el respeto a la naturaleza de modo que se anteponga la protección a la biodiversidad al beneficio económico. De este modo, se crearán una sociedad que sea sostenible y sustentable al mismo tiempo.
La industrialización y la conservación de la biodiversidad
El crecimiento y prosperidad ha tenido un alto coste para los sistemas naturales. Las actividades humanas ya han alterado severamente el 75% de la tierra y el 66% de los ambientes marinos.
Los ecosistemas han disminuido en tamaño y condición en un 47% a nivel mundial (WEF, 2020).
Se ha puesto en evidencia que la naturaleza es la base de nuestra sociedad, nuestro bienestar y nuestra economía.
La biodiversidad es el soporte vital de este planeta y por ello, el desarrollo humano debe basarse en su conservación.
El Foro Económico Mundial 2020, clasifica la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas como uno de los cinco principales riesgos en términos de probabilidad e impacto en los próximos 10 años.