¿Por qué?
Porque se produce el 60% más de lo que la humanidad necesitaría para alimentarse. Y sin embargo, tenemos 821 millones de hambrientos en el mundo.
Porque en España se desperdician 7,7 millones de toneladas de alimentos. Lo que equivale a 169 kilos por habitante y año.
Convierte tu carro de la compra en una semilla de esperanza contra el cambio climático.
Porque para producir los alimentos que no se va a comer nadie estamos utilizando a nivel mundial 1.400 millones de hectáreas de tierra de cultivo. 28 veces la superficie de España si toda España fuera fértil.
Porque en producir lo que no se va a comer nadie estamos utilizando la cuarta parte del agua dulce del planeta al año. Vaciamos el lago Baikal una vez al año. Este lago contiene en torno al 20 % del agua dulce no congelada del mundo.
Porque estamos utilizando al año 300 millones de barriles de petróleo en producir lo que no se va a comer nadie.
Porque el 12% de la emisión de los gases de efecto invernadero se generan como consecuencia de la producción de los alimentos que no se come nadie. La agroindustria genera tantos gases de efecto invernadero como todos los coches, trenes, barcos y aviones juntos.
Porque el 80% de la deforestación de la Amazonía está relacionada con la ganadería industrial. Porque para producir 1kg de carne de ternera son necesarios 15.000 litros de agua.
Porque el alimento medio que llega a nuestras bocas hoy en España ha recorrido entre 2.500 y 4.000 km.
Porque a nivel mundial el 73% de todos los antibióticos se usan en animales criados para la alimentación.
Porque la utilización masiva e inadecuada de algunos insecticidas y herbicidas provoca la muerte por intoxicación de unas 200.000 personas al año.
Porque a nivel mundial hemos perdido más del 90% de las variedades cultivadas en el siglo pasado en aras de variedades comerciales.
Porque por cada euro que pagamos por un producto de agroindustria, nosotros estamos pagando vía impuestos dos euros más para paliar los daños medioambientales y a la salud humana, lo que a la definitiva es una subvención encubierta a este sector en detrimento de una agricultura ecológica,
Por eso ahora más que nunca convierte tu carro de la compra en una semilla de esperanza contra el cambio climático.